CRÓNICAS DE LA CIUDAD DEL MIEDO

"Nadie nos prometio un jardin de rosas, hablamos del peligro de estar vivos"

viernes, abril 08, 2005

¿Cuanto vale una sonrisa?

....En México, sobretodo en la ciudad de México, en Alameda central , que es donde esta el palacio de Bellas Artes, te puedes encontrar de todo tipo de artistas, desde el chico que lanza llamas con su boca, los payasitos, los magos, los encantadores de serpientes(siii!! en serio, depende del día que vayas), los que pintan en aerosol, los mimos y hasta los truqueros del juego ese de "donde quedo la bolita"; cuando era mas niña, a veces íbamos a México a ver a mi papá, cuando el ya tenía el despacho aya, entonces a veces llegábamos y como el se había ido a alguna diligencia, nos íbamos a la alameda, mamá y yo, y le dejábamos recado a la secretaría de que nos alcanzara aya; ahí era fiesta para mi por que jugaba con las palomas, me compraban helados y esas cosas; una vez mientras esperábamos, vimos que mi papá venia del otro lado de la Alameda, y por como caminaba se veía que venia muy enojado, seguro por que algo no le había salido bien en el juzgado (eso si te moleta!), el caso es que un mimo, se le acerca, le abre una puerta, así como este mimo tuyo, y comienza a hacer que barre el piso que el pisaba, y luego tiende una alfombra, yo me la imaginé roja, como la de los presidentes o de las estrellas en Hollywood, y larga larga, como de diez metros que faltaban para que llegara a nosotros, mi papá así todo gestudo, no presta atención al mimo, que lo sigue a un costado haciendo como que le abre paso; al final de la "alfombra", el pide un aplauso para la "personalidad", mi mama y yo ya teníamos la risa asomándose, claro, y aplaudimos, entonces el mimo le pide una moneda a mi papá, igual sin palabras, mi papá de mala gana se saca una moneda del bolsillo y se la da, el mimo, la mira, la muerde, la vuelve a mirar, y hace un gesto arrugadizo y una seña tocándose el codo, que invariablemente reflejó que mi papá se había visto muy poco generoso, comenzamos a reírnos tanto que hasta el mimo rió un poco, mudamente, claro; mi papá ya con mejor humor le dio un billete de 20 pesos, el mimo hizo una reverencia más y se fue a andar en bici junto a una chica que venía del otro lado de la fuente... Agradezco a quien me recordó esta imagen, gracias por hacerme sonreír!

domingo, abril 03, 2005

duda

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